Enchufismo

Una vez leído el título del poema... quizá tengas la intuición

de que pretendo en materia eléctrica... ¡impartir sabia lección!

Mas no te dejes engañar por tan maligno vocablo,

pues ahora comprobarás... ¡de lo que en realidad hablo!

Optas a un goloso puesto de trabajo... y la emoción te embarga,

porque un dulce tan exquisito como ese... ¡a nadie le amarga!

Y aunque duelan mis próximas palabras... no me tomes por un ogro,

pero sin “enchufe” es bien difícil... ¡que tú alcances tal logro!

Para obtener ese ansiado puesto... existe otro pretendiente,

el cual es mal profesional, indisciplinado... ¡y muy desobediente!

Cuando el puesto consideras ya tuyo, pillas gran enfado    

al saber que el otro tiparraco es... ¡el típico enchufado!

No podrás derrotar a un enchufado... ni con currículum perfecto,

e incluso será del todo inservible… ¡que no tengas defecto!

Y es que el enchufado posee... excelente padrino,

quien de injusta forma a su ahijado... ¡le abre camino!

Si tu compi de trabajo es un enchufado... arderás a fuego lento,

pues quema observar lo bien que vive... ¡dicho elemento! 

Porque para ti no puede existir nada más cruel

que hacer tu trabajo... ¡y el que debería hacer él!

Hay quien opina que el enchufismo es... bendición divina,

aunque todo el que así piense... demuestra  ignorancia supina 

Mejor alcanzar el cielo con los méritos propios de uno mismo

que obtener inmerecida salvación... ¡a través del enchufismo!